Aquí tenéis una obra de arte creada por un pequeño pez globo. De manera pulcra, ágil y hacendosa el pez ha ido realizando su personal y única escultura en el fondo del mar. Ha trabajado duro y no ha parado hasta conseguir un resultado que le ha parecido satisfactorio.
En su actitud vemos creatividad, pasión, buen hacer y limpieza. No estaría de más aplicarnos esta enseñanza y transmitirla a nuestros pequeños: sea lo que sea que realicemos en nuestra vida, llevémoslo a cabo de corazón.
En este link podéis ver el vídeo del pez "trabajando":
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