La riqueza que encierran los objetos de segunda mano.
Al mundo le cuesta dar más de sí. La cultura del usar y tirar puede con él.
Echa un vistazo a esta imagen, es un vestido ya estrenado, sobre un armario que alguien utiliza. Imaginemos que nos lo ofrecieran. El vestido tendría una segunda vida, un nuevo destino...El armario se colocaría en otro espacio, guardaría otras pertenencias. Y a su vez, ambos, irían atesorando esa textura que da el tiempo y el buen uso de las cosas: irían apropiándose de una historia.
Larga vida a los objetos que nos acompañan y forman parte de nuestro recorrido, que aparecen en fotos y encuadran nuestros recuerdos.
Y nosotros aprendamos a valorarlos como merecen, enseñando a nuestros hijos la importancia de las tres R: reducir, reutilizar, reciclar. R de responsabilidad, de recursos y de riqueza. La riqueza que no expoliamos y la de pertenencia de objetos tan bellos como los de la foto.
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