He aquí una manera de tener cerca la memoria y el tacto de una tela querida, de las que tienen historia y a la vez cuidar los libros.
Mairuru hace estas preciosas cubiertas, pero podemos intentar hacerlas nosotros. Garantizamos tarde entretenida de recortes, de libros y cuentos abrigaditos y de niños felices.
Yo tengo una de piel y no puede ser más bonita.
ResponderEliminarUy, si me envías foto y lo que supone para ti, lo publico si me lo permites.
ResponderEliminarUn abrazo